jueves, 23 de abril de 2015

La cruda realidad

Un día, moriremos.
Quizás mueras rodeado de seres "queridos",
o quizás mueras tirado en algún lugar del mundo, 
lejos de todo lo que conoces o te importa.

Pero, sea cual sea la situación, 
morirás solo.

Y después de morir estarás solo de verdad.
Porque aunque algunos te recuerden, solo lo harán hasta cuando ellos o ellas les de la gana.
Y aunque te recuerden para siempre, cuando ellos mueran, menos personas te recordarán.
Y así hasta que nadie sepa de ti excepto por la esquela que lean en un archivo digital. 

Pueden erigir monumentos en tu honor,
escribir canciones sobre tus acciones,
hacer películas sobre tu vida.

Pero nada de eso te salvará del olvido.
Porque el tiempo sigue, 
la vida sigue,
la muerte sigue.

Y tu no eres nadie.
Excepto un conjunto de partículas atrapadas en un planeta,
atrapado en un campo electromagnético.

No somos nadie.
No somos nada.

Morir o vivir,
que cojones importa.

Porque en el fondo siempre hemos estado solos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario