miércoles, 26 de febrero de 2014

17/07/12_ Lectura_El vagabundo de las estrellas.




Libro adquirido en la librería Pequod Llibres


 (1915)


Capítulo 21 (de 22)

 "Sin embargo, cuando reflexiono sobre todo esto, llego a la conclusión de que lo más maravilloso de la vida, de todas las vidas, para mí, y para todos los hombres, ha sido, es y será la mujer, mientras las estrellas brillen en el firmamento y el flujo eterno prosiga su curso. Más grandiosa que nuestras hazañas y empeños, que la invención y la fantasía, que la batalla, la contemplación de las estrellas y el Misterio, mucho más grandioso ha sido la mujer.

   A pesar de haberme cantado falsas melodías y de haber sujetado mis pies a la tierra, a pesar de haber dirigido mis ojos, ansiosos por contemplar el vagabundear de  las estrellas, siempre hacia su rostro, a pesar de todo, ella, la protectora de la vida, la madre tierra, me ha dado mis más grandiosos días y mis noches más gloriosas, me ha otorgado la plenitud de los años, Incluso he imaginado el Misterio en sus formas, y en el mapa de las estrellas he situado su figura.


  Todos mis esfuerzos y hallazgos conducen a ella; en todos mis lejanos sueños aparece ella. Cuando descubrí el fuego y encendí la hoguera fue por ella. Y, aun sin saberlo, también por ella puse la estaca en el hoyo para cazar al viejo tigre Colmillo Afilado, domé el caballo, maté al mamut y dirigí a los renos hacia el sur al llegar el deshielo. Por ella cultivé el arroz salvaje y sembré cebada, trigo y maíz.


  Por ella y por la semilla  que portaba en su interior, hecha a su imagen, he muerto en las copas  de los árboles y he soportado largos asedios en las cuevas y sobre los muros. Por ella coloqué los doce signos en el firmamento. A ella adoraba al inclinarme ante las diez piedras de jade, rindiendo culto a las lunas de gestación.Mis ansias por peregrinar siempre me han arrastrado por los caminos luminosos; y siempre las sendas pobladas de estrellas me han devuelto hasta ella, la eterna figura, la mujer, en cuyos brazos era capaz de olvidar las estrellas.


  Por ella salí indemne de odiseas, escalé montañas, crucé desiertos; por ella partí a cazar y dirigí batallas; y sólo por ella y para ella entoné canciones sobre mis hazañas. El éxtasis de la vida y las rapsodias del deleito fueron míos gracias a ella. Y ahora, al final de mis días, puedo asegurar que jamás he conocido una locura tan dulce y profunda como la de hundirme en la fragante e inolvidable gloria de su pelo."



 [...] 

 "Era una niña, pero era hija de todas las mujeres como lo fue su madre antes que, ella, y era la madre de todas las mujeres que vivieron después. Ella era Sar, la diosa del maiz; era Ishtar, que conquistó la muerte; era Sheba y Cleopatra, Esther y Herodias. Ella era la Madre de Jesús y María Magdalena, era Marta y su hermana María. Y era Brunilda y Ginebra, Isolda y Julieta, Eloisa y Nicoleta. Sí, y era Eva, y Lilit, y Astarté. Tenía once años y era todas las mujeres que habían existido y todas las que existirían.

  Estoy sentado en mi celda ahora, mientras las moscas zumban en esta somnolienta tarde de verano, y sé que me queda poco tiempo. Pronto me vestirán con la camisa sin cuello. Pero... tranquilo, corazón mío. El espíritu es inmortal. Después de la oscuridad viviré de nuevo, y habrá otras mujeres en las numerosas vidas que viviré. Y aunque las estrellas pasen y los cielos mientan, siempre permanecerá la mujer, resplandeciente y eterna, la única mujer, y yo, bajo todas mis máscaras y desventuras, yo, el hombre, seré su eterno compañero."



Ash Ra Tempel - Suche and Liebe 
 (Búsqueda y Amor)

https://www.youtube.com/watch?v=mTPNzFlpWWY


27/02/14

Aún sigo recordando como me impactó este libro. 
Tuve que pasar el verano del 2012 en casa por culpa de un esguince en el tobillo. Devoré libros (de los que escribí una reseña para cada uno e iré publicando). 
Es un libro escrito por un soñador y dedicado a soñadores que no temen la realidad. Que abandonan cada día la seguridad de su cama y de sus sueños y se enfrentan al mundo. 

Jack London no tuvo una vida fácil ni larga. Nació en 1876 en San Francisco y murió en 1916 en Glen Ellen, California, por causas aún no específicas (algunas fuentes insisten que se suicidó, otras dicen que murió de una enfermedad, quizás tuberculosis y otras que pereció bajo una sobredosis de morfina). Nunca llegó a obtener la fama que se le otorgaría tras su muerte. Nunca vería una de sus obras maestras convertirse en película (Colmillo Blanco).

Pero, ya veis, algunos sólo son reconocidos cuando deciden (o lo decide el destino) abandonar el mundo antes de tiempo. 

Así de cruel es a veces el mundo.


sábado, 15 de febrero de 2014

14/01/2014 - Fanfic Crossover: Un vagabundo en el Mundo Onírico (Lovecraft/London) FIN



 Se disfrazó y entró, con timidez, al interior de la gruta. Un viento suave y fresco parecía susurrarle al oído secretos indescifrables, pronto aquella corriente se fue disipando y empezó a reconocer el canto de un ruiseñor y el roce de las hojas de un roble mecidas por el viento de un atardecer de setiembre. Standing no se lo podía creer. Había vuelto al mundo vigil. Al salir de la gruta se volvió para comprobar si todo aquello había sido real. El cofrecillo seguía en el bolsillo de su abrigo. Recordó la misión. Los susurros le guíaban por un camino que lo condució hasta una casa que en tiempos remotos había sido el hogar de la familia Carter. Pero ahora no era más que ruina. Standing, aún atemorizado por la idea de ser descubierto, se refugió en el bosque y esperó al anochecer. Durante el transcurso del día se fue dando cuenta que no existía ninguna evidencia de vida humana por aquellos lares. El ambiente no era favorecedor, le recordaba a los cuentos de brujas horrendas que le solía contar su abuela. Pero era extraño que nadie se hubiera molestado en cuidar de aquella casa. Ni siquiera su heredero: Randolph Carter. Standing pudo percibir unos fuegos fatuos que danzaban alrededor de las ruinas de la casa. A aquello no le tenía miedo, venía de la Tierra de los Sueños, donde aquel tipo de espectro era apreciado por el encanto de sus movimientos. Al comprender la ausencia de mortales del lugar, se acercó con seguridad a la antigua propiedad y entabló conversación con los seres del inframundo. Buscaba respuestas sobre el paradero de Randolph Carter. 

"Todos sabemos que vive con el iluminado Warren". Dijo una de las almas. "Mas en realidad su hogar está en Boston."

Standing contó a sus pares (ya que el también se consideraba un fantasma) sobre la misión, los fuegos fatuos se comprometieron en su causa y avisaron al resto de criaturas de los alrededores que se debía cumplir el objetivo lo antes posible. Brownies, hadas, gnomos, dríadas hicieron correr la voz hasta que llegó a los oídos del viejo Goody Fowler, el brujo más respetado de aquella zona. El anciano, que había estado viviendo precisamente el Ulthar durante su juventud, decidió ayudar a Standing utilizando su magia para teletransportarle hasta Boston. Antes de que enviara al emisario a su destino dijo:

"Siempre supe que Randolph Carter era especial, lo supe desde el día que le vi entrar por primera vez a la gruta de las serpientes y me encontró volviendo de la Tierra de los Sueños. Resultó tan fuerte la impresión que le causó ver la puerta a otro mundo abierta de par en par que desarrolló poderes sobrenaturales... Hace mucho que no visita estos lares, ya nadie viene por aquí y noto que el misterio del lugar se va disipando y, con él, mi poder. Debes encontrarle pronto, Darrel Standing, y debes convencerle que regrese a su tierra natal, la Tierra de los Sueños, y preservar la magia que sus ancestros han estado practicando durante decenios.
Ahora, ve."

Un aura púrpura rodeó a Standing y se hizo tan insoportable que tuvo que cerrar con fuerza los ojos. Cuando recobró la vista se encontraba en un lúgubre callejón de Boston. Se había hecho de noche y la calle era frecuentada por tres o cuatro marineros borrachos que iban buscando una cama donde dormir. Standing, comprobando que mantenía su disfraz, abandonó el lugar de invocación y comenzó su nueva búsqueda. ¿Dónde debía vivir Randolph Carter? ¿Cerca o lejos del puerto? ¿del mercado? ¿de la zona de ocio? No tenía mucho tiempo. Pensó en hacerse pasar por mensajero, pero no le favorecía ni la hora ni el paquete que debía entregar. Mientras pensaba apoyado en un muro se fijó en un gato negro que estaba paseando cerca suyo. Eso es. Los gatos le podían ayudar. Se acercó al felino y empezó a emplear el código secreto de las patrullas de Ulthar. Los marineros ebrios, al ver a Standing comportarse de forma extraña con el minino, empezaron a reírse de él y a amenazarle alzando las botellas vacías. Darrel, recordando eventos trágicos y violentos que pertenecían a su pasado, decidió ignorar los insultos de aquellos borrachos. Pero los hombres de mar no paraban y comenzaron a lanzar botellas contra el gato que huyó aterrorizado. Standing, al ver su única esperanza desaparecer entre las sombras de las casas, se montó en una colera terrible similar a la de un ghoul hambriento. Los marineros, satisfechos con la reacción del emisario, se abalanzaron contra él. Pero, antes de que pudieran entablar una sangrienta pelea, un policía se interpuso.

"Ya estáis de nuevo buscando líos, no?"

Los hombres de mar reaccionaron al darse cuenta que estaban frente un hombre de la autoridad. Standing aprovechó para ir tras el gato, pero la repentina huida llamó la atención del policía y este comenzó a seguirle.

"En nombre de la guardia portuaria de Boston, detengase!"

Pero Darrel, encegado por la ira y el pánico, corría sin saber adonde iba e ignorando las las órdenes del policía. Aquella ciudad se le hacía demasiado grande, todas las calles era iguales. Le recordó a Dylath Leen..... ¡La Tierra de los Sueños! ¡El gato! ¡La misión! Se frenó en seco y se giró hacia el policía. El oficial frenó en seco, asombrado por el extraño comportamiento del desconocido. Cuando ambos se recuperaron de la carrera, el policía, sin perder la compostura, se preparó para interrogar a su fugitivo. Darrel, temiendo ser descubierto, no paraba de tocarse la cara, de palpar sus falsas protuberancias. 

"¿Usted no es de la ciudad, verdad?", dijo el oficial.

"No... "

"Decía yo... No tema, no le voy a arrestar... Pero, si vuelve a desobedecerme..."

El oficial condujo a Standing hasta una comisaría, en la que le interrogarían acerca de su procedencia.
Darrel, mientras seguía las indicaciones de su captor, miraba hacia los techos de las casas y se fijó que el cielo estrellado de aquella noche de otoño era demasiado hermoso para ser de este mundo. Habían demasiadas estrellas de muchos colores y muy resplandecientes. Incluso parecían hacerse cada vez más y más grandes. Como si fueran a lanzarse sobre ellos.

"¿Pero que!?", gritó el oficial.

Entonces, Standing se fijó que aquellas estrellas eran en realidad los ojos de miles de gatos que habían acudido a su llamada. El policía quedó atrapado en aquella marea felina que agarró con suavidad a Darrel. Los gatos le acompañaron hasta el hogar de Carter y, con sus afiladas uñas, abrieron la puerta. Darrel corrió escaleras arriba hasta llegar al ático en el que debía dejar el cofre que Carter debía encontrar.

Una vez se deshizo del cofre, Standing sintió un fuerte escalofrío que le recorrió toda la espalda. Un viento de orígen desconocido le rodeó y comenzó a formarse un espiral de polvo y restos de despojos de algún libro que había sido olvidado en el ático. Darrel se tapo la cara con fuerza. Aquél tornado giraba tan rápido que el viento silbaba violentamente. Pero aquél molesto pitido no duró mucho. Cuando Standing abrió los ojos, derramó una o dos lágrimas. Volvía a estar en aquél maravilloso lugar. Los gatos de Ulthar le recibieron con ronroneos de alegría y Dhom sonrió satisfecho.
Darrel y sus amigos regresaron a Ulthar, donde el hombre ratón le esperaba impacientemente. 

"¿Lo logró, señor Starrell!?"

"Sí, mi amigo."

"Celebro oírlo. ¿Y ahora, que debemos hacer?"

"¿Qué tal comprar esa casita que hay al lado del río Skai?"


domingo, 9 de febrero de 2014

5/05/2013 - Fanfic Crossover: Un vagabundo en el Mundo Onírico (Lovecraft/London) PARTE 2


Darrell comenzó a interrogarle sobre todo lo que le estaba sucediendo ya que llegó a la conclusión de que su existencia en aquel mundo había sido invocada por su misterioso anfitrión. El anciano, frente la excitación de su invitado, rió torpemente, tosió y se repuso.

"Sé muy bien que os encontráis confuso... Si ahora os contara todo, no lo asimilaríais correctamente y os volveríais preso de una locura eterna, producida por Nyarlathotep, el caos reptante...
Pero debéis saber que os encontráis en La Tierra de los Sueños y que yo soy Edmund Carter..."

Aquel nombre le era completamente desconocido. Pero le inquietaba más el nombre del mundo en el que se encontraba. 

"Señor Standing... Usted ha pasado por un calvario horrible, impropio de la conducta humana... Fue castigado injustamente por un delito del que jamás fue participante... Pero, a pesar de todas las torturas que ha sufrido, de las infinitas horas de soledad y oscuridad... Usted nunca se hundió y, gracias a sus dos compañeros, usted logró lo imposible... Abandonar el cuerpo y las dimensiones del espacio y del tiempo..."

Standing sabía a que se refería: a sus viajes astrales, sus experiencias extracorporales. A cuando vivió varias vidas anteriores. Sonrió al recordar la frustración de sus captores al verle tan aserenado a pesar de encontrarse atrapado en una camisa de fuerza y aislado de todo el mundo.  Pero seguía sin saber cual era su vínculo con aquellos parajes y con ese caballero. 

"Es por ese coraje de abandonar el mundo vigil... y arriesgarse a ser atrapado por el hambriento Azathoth, el sultán de los demonios, o por cualquier otro ser pertenciente al caos... Que estáis aquí, bajo mi techo... Usted es el candidato perfecto para mi objetivo..."

El ex-convicto, tras sentir un escalofrío ya que aquel anciano había osado citar un nombre que jamás se debe pronunciar, se sintió aterrado por los riesgos que podrían suponer su próxima odisea. El anciano se levantó dificultosamente de su asiento y, a pequeños pasos, se dirigió a una elegante estanteria hecha de caoba y cogió un cofrecillo de adornos horrendos que emanaba un aroma provinente de una especia desconocida.

"Vuestra misión es... regresar al mundo vigil y, aprovechando la ausencia de mi nieto en su hogar, (ahora mismo está viviendo con un amigo suyo conocido con el nombre de Howard Phillips Warren)... deberéis esconder este cofrecillo en el ático... No debéis temer por el resto..."

El anciano se detuvo en seco, su mirada estaba en blanco. Algo le ocurría. 
Edmund Carter volvió en sí y observó a su invitado, esbozando una triste sonrisa.

"Pronto... Debe hallar donde vive mi nieto... La Tierra de los Sueños le reclama, le necesitamos... Mi nieto responde al nombre de Randolph, Randolph Carter..."

Dichas estas palabras, el anciano se descompuso a una velocidad sobrenatural. El horrendo espectaculo aterrorizó a Standing y huyó de aquella casita como si hubiera visto al mismisimo Yog-Sothoth. Fuera, los gatos y Dhom le aclamaban y Standing les contó toda la conversación. Los gatos, deseosos de ayudar, maullaron de pena al no poder aportar información a su amigo. Pero Standing les agradeció su hospitalidad acariciando varios de sus lomos. Dhom, demostrando una inteligencia similar a la de un humano, propuso a su protegido de hacerse un disfraz, para poder recorrer el mundo vigil sin ser reconocido como Darrell Standing, preso ejecutado con la soga en el centro penitenciario de San Quintin, en 1916. Standing aceptó la propuesta de su fiel guardaespaldas y se creó una nueva identidad. Los gatos le contaron que cerca de su amada ciudad estaba el bosque encantado y que en lo más profundo de este había una gruta de la que muchos humanos habían entrado y salido por milenios. Pero la mayoría jamás volvía a aquella cueva ya que caían presos de los despreciables Zoogs, habitantes y guardianes del bosque encantado, o del más hermoso de los olvidos, similar a la fragancía del loto que hizo que Hercules olvidara el camino de regreso a su Itaca. Los capitanes de las brigadas felinas de Ulthar seleccionaron de sus guerreros los más fieros para que acompañaran a Standing y a Dhom a la gruta del bosque encantado. Darrell volvió a mostrar su gratitud hacia sus amigos felinos y esta vez encargó a Dhom que comprara en la mejor pescadería de Dylath-Leen un barril de pescado fresco. Al atardecer Standing y su escolta habían regresado al navío y narraron todo lo ocurrido al resto de la tripulación. 
Antes de que el sol saliera, un grupo de gatos se presentaron frente la galera, rascando con suavidad la pared del barco. El ex-convicto abandonó de nuevo su transporte acompañado de Dhom y abandonaron Dylath-Leen. Al dejar atrás Ulthar, Standing se juró que algún día volvería y ahí pasaría sus días hasta que la vejez le consumiera.

Sin abandonar el curso del río Skai, la patrulla llegó al bosque encantado del que emanaban unos vapores de color esmeralda y los hongos iridiscentes brillaban con el rocío matinal. Cuando atravesaron los primeros árboles, los gatos se erizaron y empezaron a gruñir. Dhom sabía la causa del malestar de los felinos. Zoogs. 
De entre los arbustos y los troncos aparecieron una manada de unas criaturas parecidas a ratones, pero con el morro provisto de tentaculos con vida propia. Por los silbidos y chirridos que entonaban, Standing y los suyos no eran bien recibidos. Los Zoogs podrían haber atacado en cualquier momento, pero sabían que los gatos no eran fáciles de derrotar y preferían pactar algún acuerdo del que pudieran sacar algún que otro beneficio. Un Zoog se acercó a Standing y le habló en un humano difícil de comprender.

"¿Qué buscas en nuestro bosque, intruso?"

Dhom contestó por él. Sus pezuñas y sus astas impresionaban a unas bestezuelas tan pequeñas como los Zoogs. El semihumano les dijo con gruñidos que estaban buscando cierta gruta misteriosa de la que salían humanos. Los Zoogs se estremecieron, no del miedo, sino de indignación. Para aquellos habitantes del bosque encantado, aquél lugar era secreto. Los gatos sonrieron con impertinencia y comprendieron que sus enemigos eran unos excelentes espías, como lo son todos los felinos del mundo, sin importar el tamaño ni el color, a los que más vale no infravalorar. Aquellos roedores repugnantes no tuvieron más posibilidad que conducir a aquellos intrusos a su mejor secreto. 
Aquella gruta misteriosa se encontraba en lo más profundo del bosque mágico, camuflada entre maleza y musgo fosforesescente. Standing se acercó a la entrada, de la que salía un aire húmedo y frío que le puso la piel de gallina. Dhom y los gatos de Ulthar se quedaron entre los árboles. Standing se giró una vez más, el semihumano asintió a su amo a modo de saludo. Darrel comprendió que debía seguir sólo.