(1951)
Tras "Matar un ruiseñor" (1960), de Harper Lee, y darme cuenta de que me he convertido en un "ratón de biblioteca" (sé que en realidad es rata de biblioteca, pero me gustan más los ratones) decidí seguir leyendo... Pero, ¿qué podía leer ahora? Quería leer algún libro importante, de gran renombre. Pensé "¿Vuelvo a probar Joyce?". No. Aún estoy verde. Así que me puse a dar vueltas por las estanterias de casa de mis abuelos hasta que di con la obra maestra de Salinger. Recordé que en segundo de bachillerato hice un dictado en inglés, el profesor había elegido un fragmento de este libro ya que aquel día había muerto Salinger.
Aunque mi padre me avisara, empecé la lectura. Una semana con Jem, Scout y Atticus Finch y dos días con Holden Caulfield te hacen ver el mundo con otros ojos. No he leído nada nuevo, que me haya hecho cambiar de forma radical, pero me han servido para definir ciertas reflexiones que pululan por mi interior. Me he sentido identificada con ellos por ciertas actitudes que presentan. Pero no debo olvidar que son personajes de ficción, realmente con quien debo sentirme identificada son con los autores (Lee y Salinger). Desde hace ya bastante tiempo siento eso con Jack London. Pero, al leer sus biografías, me doy cuenta que tampoco debo hacer todo lo que ellos hicieron, simplemente tener en cuenta como llegaron a sus metas, como cumplieron sus objetivos. A aplicarme sus discursos como lecciones que quizás jamás haya recibido en las varias escuelas en las que me formé.
Nunca olvidaré la primera vez que leí Steinbeck. Fue en tercero de la ESO, el profesor de catalán (un buen hombre) nos dió a leer "Hombres y Ratones". Qué gran libro, fue con el primero que lloré. Las primeras veces siempre nos sorprenden. Como el hierro candente, se quedan marcadas en tu memoria de por vida. Son como los cráteres de la Luna, impactos de asteroides que hace tiempo dejaron de ser cuerpos sólidos para volverse parte del polvo cósmico/estelar que constituyen las galaxias.
Pero, antes de que empiece a divagar sobre cosas que no viene al cuento, os dejo dos fragmentos del libro en cuestión:
Capítulo 24 (de 26)
" - Y sé que esto no va a gustarte nada - continuó-, pero en cuanto descubras qué es lo que quieres, lo primero que tendrás que hacer será tomarte en serio el colegio. No te quedará otro remedio. Te guste o no, lo cierto es que eres estudiante. Amas el conocimiento. Y creo que una vez que hayas dejado atrás las clases de Expresión Oral y a todos esos Vicens...
" - Y sé que esto no va a gustarte nada - continuó-, pero en cuanto descubras qué es lo que quieres, lo primero que tendrás que hacer será tomarte en serio el colegio. No te quedará otro remedio. Te guste o no, lo cierto es que eres estudiante. Amas el conocimiento. Y creo que una vez que hayas dejado atrás las clases de Expresión Oral y a todos esos Vicens...
- Vinson - le dije. Se había equivocado de nombre, pero no debí interrumpirle.
- Bueno, lo mismo da. Una vez que los dejes atrás, comenzarás a acercarte - si ése es tu deseo y tu esperanza- a un tipo de conocimiento muy querido de tu corazón. Entre otras cosas, verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y te animará saber que no estás solo en este sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía."
"Eso es lo malo. Que no hay forma de dar con un sitio tranquilo porque no existe. "
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